En los barrios bajos vivía un joven llamado Ray que carecía de emociones. De repente, adquirió la capacidad de ver “colores” que nadie más podía ver, y tenía el poder de controlarlos. Un día, perdió su refugio, un paso subterráneo, y a sus amigos a manos de un mago. Incluso perdió a Niles, en quien había creído y a quien seguía. El chico sin emociones juró vengarse, comenzando su búsqueda para recuperar sus emociones.
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