Emilio Adriano está cursando el último año de abogacía mientras trabaja como auxiliar en tribunales. Cree que todo en la vida se gana con inteligencia, esfuerzo y tesón, así que sobrevive a base de café. Un día su cafetero preferido es despedido de la cafetería que frecuenta y siente que su suministro de combustible desaparece. Emilio hará lo que sea por ayudarlo y volver a probar el elixir de los dioses. En el camino aprenderá que el amor no cumple con las reglas que rigen su mundo. No importa cuánto trabajes por él, no sólo por eso lo tendrás, y algunas veces sólo surge como un regalo, aunque no hagas nada por conseguirlo. El amor y el café se parecen, son intensos, te llenan de energía y te quitan el sueño.
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